HOMO MENE
Por: Guillermo Martínez Vilchez.
Las condiciones generales del entorno financiero global hacen suponer que el sector energético tenga una constante necesidad por adaptarse a una era de profundos cambios. Las crecientes tendencias en este tipo de mercado están exigiendo mayor inversión en la transformación del negocio, en el diseño de infraestructuras digitales y en la formación del talento humano requerido para el desempeño eficiente de sus actividades.
Para la industria energética mundial la búsqueda de rentabilidad financiera y sustentabilidad, la ha conducido a replantear sus modelos de negocio tradicionales, considerando que la inversión en infraestructuras digitales y avances tecnológicos se está retribuyendo en mayor valor de aprovechamiento de recursos y en mejores gerencias de sus procesos.
Además, las nacientes necesidades del sector energético están planteando como requerimiento la adopción de un enfoque colaborativo, esto significa asumir nuevas metodologías de trabajo para aportar nuevas soluciones e innovaciones energéticas en colaboración y alianzas con los diferentes sectores económicos que hagan vida en los sistemas económicos de esas sociedades y que no se encuentren exclusivamente vinculados a esta área, ya que ello puede contribuir positivamente para lograr cumplir de manera simultánea con los estándares de aplicación de medidas medioambientales, incremento en la calidad de vida y la construcción de una gobernanza energética realmente efectiva.